Qué es el GLP y cómo saber si te conviene transformar tu coche para sustituir al diésel o la gasolina
Cada vez son menos los que niegan el cambio climático y la importancia de actuar ya para evitar una crisis que, incluso, puede poner en cuestión la supervivencia humana. De ello es consciente la Unión Europea y el Gobierno de España, que ha prohibido la matriculación de vehículos diésel a partir de 2030, que impedirá su circulación desde 2040 y que ya impone restricciones para ellos en muchas ciudades. Pero ¿qué opciones tienen sus propietarios? Sin duda, una de las más interesantes es el GLP.
¿Qué es el GLP o gas licuado de petróleo?
El GLP, siglas de gas licuado de petróleo, es un carburante alternativo que también recibe el nombre de autogás. Junto al GNC (gas natural comprimido) es una de las principales alternativas a los combustibles fósiles tradicionales y, sobre todo, al diésel. ¿El motivo? Ofrece un rendimiento similar, pero contamina muchísimo menos.
Desde 2017, fecha en la que empezaron a tomarse medidas de cara a la reducción de los vehículos diésel, el número de automóviles que utilizan GLP como combustible ha crecido exponencialmente. Ya sea porque se han comprado nuevos o porque se han transformado para usar este carburante. Y es que esa es una opción disponible para muchos coches.
¿Es posible transformar cualquier vehículo para que use GLP?
Se da por hecho que cualquier coche moderno puede transformarse para sustituir el combustible tradicional. Por moderno hacemos referencia a cualquier vehículo con 5 años o menos. Sin embargo, las posibilidades de poder realizar ese proceso son más altas en el caso de los automóviles que emplean gasolina que en los que utilizan diésel.
De hecho, en el caso de los coches de gasolina, es posible llevar a cabo la transformación al 100 %, es decir, con el objetivo de que únicamente usen GLP. En cambio, en los vehículos diésel es diferente. Lo más habitual es que sigan teniendo que combinar el gasoil con el autogás en una proporción del 70 % – 30 %, aproximadamente.
En cualquier caso, la única manera de saber si tu vehículo es susceptible de ser transformado a GLP es acudir a un taller especializado. En este sentido, nuestro consejo es que consultes a cualquiera que sea oficial de la marca que ha fabricado el coche. Solo así tendrás la certeza de que el proceso se realizará correctamente y de que mantendrás la garantía.
Pero ¿qué ventajas ofrece hacer el cambio a GLP?
Evidentemente, si cada vez más personas se animan a realizar el proceso de conversión de vehículo diésel o gasolina a GLP es porque sale rentable en muchos sentidos. Estos son los principales argumentos para acometer la reforma:
- La Dirección General de Tráfico (DGT) te premiará con la etiqueta ECO. Muchas ciudades han adoptado normativas para frenar los niveles de contaminación en sus núcleos urbanos. Este es el caso, por ejemplo, de Madrid o de Barcelona. En ellas, la única manera de circular libremente por todas las áreas urbanas, incluidos los centros históricos, es disponer de un vehículo ecológico. Los coches GLP, por su bajo nivel de emisiones, tienen esta consideración y, además, resultan bastante más económicos que los eléctricos y los híbridos.
- Ahorrarás dinero. Por varias razones. La primera de ellas es que muchas de esas ciudades citadas aplican reducciones en el precio de las zonas de estacionamiento regulado. Estas llegan a ser del 50 %. Lo mismo sucede con el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) y sobre las tasas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). A final de año, esto puede suponer fácilmente más de 200 €.
- Acceso ilimitado a carriles de alta ocupación. Generalmente, estos se habilitan cuando se imponen restricciones al tráfico o el volumen de circulación de coches en una zona es tan alta que da lugar a retenciones y atascos. En dichos carriles, los automóviles con menos nivel de emisión de gases contaminantes tienen prioridad. Y entre ellos se encuentran los GLP.
- Contaminarás menos. La reducción en el volumen de emisiones es muy considerable. Y no solo en el caso de aquellos coches que usan gasolina y se transforman al 100 % para usar GLP. También en los diésel. De hecho, la eficiencia en la combustión de este combustible disminuye ostensiblemente la emisión de óxido de nitrógeno (NOx), que es considerado como uno de los gases más dañinos para la atmósfera y para la salud de los seres vivos.
- El número de estaciones de servicio que ofrecen GLP no para de crecer. Cada vez es menos difícil repostar este carburante. De hecho, aunque sigue siendo inevitable tener un poco de previsión a la hora de afrontar un viaje largo, no suele haber problemas para encontrarlo.
Por su parte, el proceso de transformación de diésel o gasolina a GLP no es tan costoso como cabría imaginar. Además, si de lo que hablamos es de un coche nuevo que use GLP, el precio no difiere en exceso del que puede tener ese mismo modelo empleando gasolina. Sin duda, argumentos más que convincentes para dar el paso.
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