¿Sabe que en Ginebra se puede disfrutar de un buen café… con felaciòn?
Si se pensaba que grandes marcas y franquicias del café como Starbucks, habían alcanzado la cima de la innovación y de la vanguardia a la hora de promocionar y vender un simple café; con este local, todo cobra una nueva perspectiva. Una manera diferente de disfrutar de un buen café con sorpresa final a modo de sexo oral, acaba de irrumpir con fuerza en la tranquila, hasta ahora, ciudad suiza de Ginebra. El típico café con leche, tan solicitado en infinidad de lugares de todo el mundo, ahora cobra una nueva dimensión, que promete al menos crear una cierta controversia en una de las ciudades más tradicionales y serias de la vieja Europa.
Un relajante modo de tomar un café mientras te practican sexo oral
Café Fellatio, un local que deja ya a entender que ofrece un aliciente extra para sus clientes. Ginebra siempre ha destacado por ser una ciudad enfocada a los grandes negocios; desde siempre ha recibido un gran número de visitantes que acuden a la ciudad para cerrar acuerdos comerciales, que en muchos casos llevan detrás una gran carga de horas, reuniones y el típico estrés. Con el fin de ayudar siempre a estas personas, este café irrumpe en Ginebra para ofrecer a sus clientes unos momentos de relajación, que nada tiene que envidiar al mejor spa de lujo de la zona.
Para todas aquellas personas que buscan una nueva forma de tomar un café, o simplemente quieren probar en sus carnes una nueva experiencia vital, Café Fellatio ofrece un servicio extra, de tipo heterosexual, a la hora de solicitar un café en su establecimiento. Mediante una tableta digital, se podrá consultar los servicios extra de una trabajadora sexual, que por un precio establecido de unos cincuenta euros al cambio, practicarán sexo oral al cliente.
¿De dónde procede esta idea?
De Asia siempre se había obtenido desde tiempos inmemoriales, un gran número de ideas, innovaciones y aires renovados que hacía entender el mundo de una manera diferente. En este caso, es Tailandia la que ha arrojado una luz renovada sobre cómo tomar un café de la manera más placentera posible. No nos referimos a que han obtenido un grano y un café elaborado y único. Es más, eso es lo de menos. La diferencia frente a otros cafés de la ciudad y de incluso del resto del mundo, radica en que al café se le puede acompañar de otro tipo de servicios extras de carácter oral.
Una empresa suiza de escorts, ha dado unas vueltas a el tipo de servicios que se pueden ver hoy en día en Tailandia, cuna del sexo más desenfrenado. Muchos locales enfocados al turismo sexual, ofrecían en este país asiático servicios de sexo oral a la hora de pedir una consumición. En Suiza, han adoptado esta idea, pero de una forma más elegante y más apropiada al tipo de cliente que se puede encontrar en Ginebra. De una forma discreta y con cierta elegancia, esta empresa ofrece esta misma idea, pero de manera menos turbia.
¿Qué hay acerca de la legalidad de este tipo de café?
Para encajar este tipo de local dentro de la legalidad del país, ha tenido que inscribirse como un salón erótico. Un local que de manera velada ofrece un tipo de prostitución, enmascarado en un café, ha tenido que solicitar los permisos pertinentes del país helvético, donde la prostitución, aún siendo legal en Suiza, se encuentra amparada en un encorsetado sistema de permisos y requisitos para su correcta actividad.
Sin embargo, no han tardado en aparecer voces críticas frente a la apertura de este tipo de locales. Figuras como Grégoire Théry, figura clave de la Coalición para la Abolición de la Prostitución a nivel Internacional, ha expresado que este local es un claro ejemplo de la prostitución como forma de esclavitud. Un nuevo modelo de negocio, que aún recogido como local de carácter sexual, legal en el país, causa sin lugar a dudas cierta perplejidad para aquellas personas que entienden el típico café, como un local social donde no tiene cabida, al menos de primera mano, los servicios de carácter sexual.
Una dura competencia al dulce souvenir típico de Ginebra
Hasta el momento, el chocolate era uno de los productos más típicos y demandados por los visitantes a la ciudad Suiza. Sin embargo, ahora parece que ha salido un duro competidor, al menos para su clientela masculina. Si se quiere endulzar un momento y recordar la visita a Ginebra, ahora no solo se podrá hacer mediante la compra de chocolates. Con este nuevo local, se pretende llamar la atención de muchos hombres que quieren probar algo nuevo y que no solo quieren llevarse de recuerdo para sus hogares, de la típica tableta o bombones de chocolate. Por el precio de unos típicos souvenirs suizos, se puede disfrutar de una de las experiencias sexuales más típicas de la historia, de una forma elegante y seguro que placentera.
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