El consumo de videojuegos durante la pandemia de coronavirus

El confinamiento al que nos ha obligado la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 ha sido largo, muy largo. De hecho, en muchos países del mundo nos encontramos aún encerrados en casa o, en el mejor de los casos, experimentando con eso que los políticos han denominado como desescalada. Por ello, tal vez sea el momento de hacer un repaso a cómo los videojuegos nos han ayudado a sobrellevar una situación tan extraña.

Los videojuegos, principal entretenimiento en tiempos de cuarentena

Durante todos estos meses, nuestra mente se ha preocupado en no caer en el aburrimiento. De hecho, cuanto menos entretenidos estamos, más damos lugar a que aparezcan pensamientos no excesivamente positivos. Es ahí donde los videojuegos hacen acto de presencia. Y es que no son un simple entretenimiento para niños y jóvenes. Esto queda demostrado en que, incluso, muchos han aprovechado para realizar en esports apuestas ahora que el deporte profesional también está detenido.

Sin duda, muchas compañías han aprovechado estos meses para realizar lanzamientos y poner a disposición de sus fieles usuarios juegos que no suelen ser tan accesibles. Este es el caso, por ejemplo, de Call of Duty: Modern Warfare. Se trata de un ‘battle royale‘ al más puro estilo Fortnite o PUBG, pero que conserva todo el encanto realista y belicista de la saga.

Pero hay más. El número de usuarios de auténticos clásicos de los e-sports como, por ejemplo, League of Legends ha crecido exponencialmente durante los meses que ha durado el confinamiento. Esto queda patente al analizar el consumo de Internet de los hogares. En muchos países, ha subido entre un 40 % y un 50 %. Y no ha sido solo por el auge del teletrabajo, como es evidente.

Pero, ¿por qué nos hemos refugiado en los videojuegos durante la cuarentena?

La respuesta es más sencilla de lo que parece. Según dicen los expertos, los videojuegos nos transmiten una sensación de cercanía con personas conocidas y desconocidas. Solo hay que pensar en la interacción que se produce a través de unos auriculares con micrófono con personas de cualquier rincón del mundo mientras se desarrolla una partida online en cualquiera de los títulos citados anteriormente.

Por tanto, tras la experiencia que hemos vivido, seguramente haya llegado el momento de dejar de ver a los videojuegos como un entretenimiento que nos vuelve más solitarios y nos aleja de la sociedad. De hecho, su función durante estos meses ha sido, más bien, la contraria. Nos han unido más y nos han permitido mantener el contacto a la vez que nos permitían conseguir que los días pasasen más rápido y sin perdernos en la incertidumbre que existe de cara al futuro.

En definitiva, los videojuegos parecen gozar de mejor salud que nunca, sobre todo, teniendo en cuenta que muchas personas los han redescubierto ahora que han pasado varios meses encerrados en sus casas y sin poder buscar otros pasatiempos. Asimismo, la estrategia de los desarrolladores poniendo títulos consagrados gratuitos o a coste muy bajo es también digna de aplaudir. Al menos, por quienes nos consideramos unos auténticos ‘gamers’.